En España produjeron 8.151.917 de bajas por enfermedades y accidentes no laborales en el año 2023, que supusieron un coste de más de 25.300 millones de euros en prestaciones económicas de Seguridad Social y coste directo para las empresas, habiendo crecido este gasto en un 74% en los últimos cinco años.
En el sector de la limpieza de la Comunidad de Madrid, la situación no mejora. A lo largo del año pasado, el sector registró 52.192 procesos iniciados por ITCC (Incapacidad Temporal por Contingencia Común), frente a los 227.752 procesos a nivel nacional, lo que significa que el 23% de las bajas laborales en este sector se conceden en la Comunidad de Madrid, según información facilitada por la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), durante la jornada “El coste del absentismo laboral en el sector de la limpieza: retos y soluciones”, organizada por AELMA, en la que se ofreció una completa radiografía de esta problemática.
Un coste que ascendió el año pasado a 126 millones de euros, 66 millones de gasto imputable a la Seguridad Social y a las Mutuas y 60,8 millones de coste directo para las empresas. Un importe que es muy superior si tenemos en cuenta los gastos indirectos derivados de estas bajas. “Teniendo en cuenta que nuestro sector es intensivo en mano de obra, el 90% de nuestros gastos proceden del gasto de personal, las bajas laborales nos están sumiendo en un abismo empresarial”, ha reconocido Jesús Martín, presidente de AELMA.
“El laberinto burocrático (SPS – INSS – Mutuas) que existe en la gestión de las bajas laborales, las listas de espera en la Sanidad Pública y el riesgo moral del que se deriva un uso indebido de estas prestaciones, son los orígenes de este mayor gasto, lo que perjudica la salud de los trabajadores, incrementa aún más la carga asistencial de una Sanidad Pública saturada, supone una importante merma de competitividad de las Empresas y un pesado lastre para la creación de empleo y para el crecimiento económico de España, a corto, medio y largo plazo”, según apunta el informe de AMAT.
Durante el transcurso de la jornada también se desveló la duración media de las bajas, que, durante el año 2023, ascendió a 42 días, 10 días por debajo de la media de este sector a nivel nacional, que se sitúa en 52,21 días; aunque ligeramente superior a la media del total de sectores a nivel nacional (39,87).
Los trastornos mentales fueron, por detrás de las neoplasias, los que causaron una mayor duración del periodo de baja, 123,89 días de media en el caso de las patologías mentales frente a los 127,62 días de los procesos tumorales.
Por su parte, las enfermedades del sistema osteo-mioarticular fueron las que ocasionaron el mayor número de bajas, el 20,6% de las mismas.
Del problema a la solución
Conscientes del problema, la jornada también ahondó en la búsqueda de soluciones. Antolín Sanz, delegado territorial de AMAT Madrid, propuso reconocer a las Mutuas la posibilidad de prestar asistencia sanitaria integral y emitir altas médicas en los procesos de ITCC, al menos en patologías Traumatológicas y Osteoarticulares, del mismo modo que históricamente vienen haciendo para los procesos derivados de Accidente de Trabajo y Enfermedades Profesionales, estableciendo un mecanismo de garantía para los trabajadores como el ya existe para el caso de los Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales.