Estimados empresarios y amigos,
Tras el parón vacacional, que espero haya sido lo más placentero y reponedor posible para todos, retomamos la vuelta al trabajo, aunque para muchos este paréntesis solo haya sido un punto y seguido.
El mes de agosto ha estado marcado por dos importantes acontecimientos, ninguno de los dos buenos.
El primero de ellos ha sido la batalla que hemos tenido que librar muchas empresas ante la escasez de personal. Con plantillas reducidas por el merecido periodo de descanso, hemos tenido que afrontar uno de los agostos más nefastos que recuerdo en relación a las bajas laborales.
Esta circunstancia ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza para muchos de nosotros, no solo porque nos dificulta atender a nuestros clientes, sino también porque nos está dejando un auténtico agujero negro en nuestros balances, que no hace más que agrandarse. A ello se une la dificultad para incorporar trabajadores fundamentalmente en este periodo, en el que muchos empleados optan por sectores económicamente más atractivos como la hostelería.
Quiero trasmitiros que para AELMA y AFELIN este asunto es prioritario, tanto, que determinará cada paso que demos a partir de ahora. Fruto de ello quiero informaros de que, además del acuerdo que cerramos con Cruz Roja para facilitar la empleabilidad de perfiles vulnerables en nuestro sector, también hemos firmado un acuerdo marco con la Fundación Integra y mantenemos una estrecha colaboración con la Oficina de Empleo de la Comunidad de Madrid con el mismo objetivo.
Asimismo, la Comisión de Absentismo creada en AELMA va a redoblar sus esfuerzos en la búsqueda de soluciones efectivas, que ayuden a mitigar esta problemática y de las que os mantendremos puntualmente informados.
El segundo de los trances acaecidos durante agosto, lamentablemente ya no tiene solución. A mediados de mes nos vimos sorprendidos por la triste noticia del fallecimiento de dos personas que han estado muy ligadas a nuestra asociación y que han dedicado su vida a trabajar por la defensa de nuestro sector: José Pais Rivera, quien fue presidente de AELMA en la década de los 90; y Juan Díez de los Ríos, quien hasta febrero de este año ocupó la presidencia de ASPEL.
Ambos, además de ser unas extraordinarias personas, fueron grandes profesionales, además de excelentes representantes y defensores de nuestro sector, tanto en España como en Europa.
José Pais Rivera dedicó su vida al servicio de los empresarios de nuestra región, desempeñando diversos cargos a lo largo de la historia de la Asociación. Su constante dedicación y su firme compromiso con la defensa de los intereses de los empresarios y del sector de la limpieza, nos han dejado un legado imborrable.
Por su parte, Juan ha sido un gran amigo con el que he tenido la suerte de aprender y colaborar durante los últimos años. Destaco de él su extraordinaria voluntad de diálogo, su tono conciliador, su profundo conocimiento del sector y su implacable defensa de sus intereses.
Tanto José como Juan dejan un profundo vacío, pero a su vez nos dejan un gran legado para seguir aprendiendo y mejorando en todos los sentidos.
Descansen en Paz.